Por: Lic. Sergio D´Onofrio
Introducción
En el día viernes 09 de febrero del año 2023, fue publicado en la página de info135. com.ar un artículo escrito por el señor Alfredo Silleta titulado “Escándalo con una secta católica de extrema derecha que opera en Escobar y zona Norte” en el mismo, el autor descarga una serie de acusaciones contra algunas ordenes religiosas tales como La Orden de San Elías, el Instituto del Verbo Encarnado y finalmente el Seminario Diocesano Santa María Madre de Dios.
En el presente articulo desmentiremos la serie de injurias realizadas por dicho autor respecto del Seminario Santa María Madre de Dios y del Instituto del Verbo Encarnado (IVE) respecto a las clásicas acusaciones de “excesivo tradicionalismo” y “extremismo ideológico”
Desarrollo
En primera instancia es preciso aclarar el posicionamiento del autor respecto de la tradición de la Iglesia y la celebración litúrgica, tildando a aquellos que se guían nada más y nada menos que por el rito latino y optan por celebrar la misa en latín o simplemente respetando la liturgia de la Iglesia con música sacra como “sectarios”.
Me permito recordarle al Sr. Silleta que el idioma del latín es el idioma oficial de la Santa Iglesia Católica, es decir que, en definitiva, no existe contradicción alguna en el uso de este lenguaje dentro de la Iglesia y mucho menos lo hay cuando se lleva adelante la celebración eucarística.
El autor menciona a la vestimenta Eclesiástica (sotana) como algo extremista, evidentemente el autor desconoce el código de derecho canónico en el cual se establece que los clérigos deben utilizar una vestimenta digna.
Evidentemente está a favor del progresismo eclesiástico que desacraliza todo aquello que signifique dar reverencia a Dios (entre ellos la misa sacra, los cantos en latín, etc.) evidentemente desconocen y reniegan de la tradición de la Iglesia.
Frente a este ataque sobre la vestimenta sacerdotal, me permito brindar al autor un breve recorrido histórico
En primer lugar, debemos decir que la palabra “sotana” proviene del latín subtus que quiere decir debajo[1], pues desde los primeros siglos de la Iglesia comenzó a utilizarse como modo de diferenciarse de los laicos. Propiamente en el siglo VIII se incorporó como obligatoria y se unificó su color con el negro que significa solemnidad. Con el pasar del tiempo se le impartió otro significado, el del rememorar la muerte al mundo, y fugacidad de la vida, sabiendo que la meta final es el cielo. También al seminarista o sacerdote le recuerda el llamado que Dios les hizo a la vocación religiosa, es un modo de recordar quién es, para qué vino al mundo, su misión desde toda la eternidad.[2]
“El valor del hábito eclesiástico (sotana) está dado “no sólo porque contribuya al decoro del sacerdote en su comportamiento externo o en el ejercicio del ministerio, sino sobre todo porque evidencia en la comunidad eclesiástica el testimonio público que cada sacerdote está llamado a dar de la propia identidad y especial pertenencia a Dios”.[3]
Como tantas otras cosas la sotana comenzó a vestirse en algunas iglesias del catolicismo, luego se hizo oficial para el uso de todo religioso, y, por último, con el paso del tiempo se convirtió en un símbolo, es decir que, pasó de ser un mero modo de vestir a un estilo de vida, a la representación del sacerdocio, algo abstracto en su impronta sobrenatural, pero a la vez práctico por tratarse de un trabajo arduo y virtuoso en esta tierra.
El consejo Evangélico de la Biblia en que Cristo: “(…) Llama a los Doce y comenzó a enviarlos de dos en dos, dándoles poder sobre los espíritus inmundos. Les ordenó que nada tomasen para el camino, fuera de un bastón: ni pan, ni alforja, ni calderilla en la faja; sino: «Calzados con sandalias y no vistáis dos túnicas”; nos muestra que el mismo Señor es quien les pide a sus apóstoles que se comporten de determinada manera, que vivan de la pobreza, que vistan de una sola forma, y austeramente… es decir, con un solo hábito.
La desacralización tiene como consecuencia que tanto los sacerdotes como seminaristas desprecien su verdadero fin, en pos de una supuesta unión con el pueblo, propio de la ideología marxista, que no hace otra cosa que desvirtuar la figura del sacerdote. Este desprecio por el hábito sacerdotal hace hincapié exclusivamente en su naturaleza humana, demonizando la espiritualidad que el mismo posee, León Kruk en un sermón disertado en la ordenación de los primeros sacerdotes, en el año 1991, nos comenta sobre la importancia de la figura y misión del sacerdote como un hombre que vive por y para Cristo.
“El sacerdote como Cristo es y será siempre un signo de contradicción en este mundo, un hombre de los hombres para Dios y un hombre de Dios para los Hombres, un hombre de Dios entre tantos pobres hombres sin Dios, un hombre espiritual para tanta materia y tanto materialismo, un hombre pobre entre tantos pobres hombres, un hombre rico en pobreza en medio de tantos pobres espirituales porque las riquezas materiales les ahogan y les sofocan, un hombre que no posee nada porque posee al que es todo y es poseído por el que se hizo nada, se anonadó por nosotros, un hombre que por no saber vivir solo deja a su familia, un hombre que arriesga todo, sus bienes y su vida, y se lanza al mar sobre las olas y peros, porque levanta la voz y la presencia del maestro, un hombre destinado a poblar el cielo infinito y eterno frente a hombres empeñados a despoblar la tierra por su egoísmo, un hombre que en vez de aumentar el pan en la mesa supina en boca.”[4]
San Juan Pablo II en su carta del 8 de septiembre de 1982, dirigida al entonces cardenal vicario de Roma, le manifiesta su preocupación por la desacralización de la vestimenta sacerdotal y acto siguiente ordena que ellos hagan uso de la vestimenta requerida. Es una necesidad imperante que el presbítero se identifique como tal para que se recuerde constantemente la presencia del mundo espiritual, el cual está por encima del terrenal, no dejar paso al enemigo que se empeña incansablemente en que engañar al hombre, sumergiéndolo en el materialismo efímero y perecedero.
“En una sociedad secularizada y tendencialmente materialista, donde tienden a desaparecer incluso los signos externos de las realidades sagradas y sobrenaturales, se siente particularmente la necesidad de que el presbítero –hombre de Dios, dispensador de Sus misterios– sea reconocible a los ojos de la comunidad, también por el vestido que lleva, como signo inequívoco de su dedicación y de la identidad del que desempeña un ministerio público. El presbítero debe ser reconocible, sobre todo, por su comportamiento, pero también por un modo de vestir, que ponga de manifiesto de modo inmediatamente perceptible por todo fiel –más aún, por todo hombre su identidad y su pertenencia a Dios y a la Iglesia.”[5]
Tomamos además las palabras de Monseñor León Kruk dado que el mismo autor lanza una serie de acusaciones hacia su persona. Es por ello que le recuerdo al autor su completo desconocimiento sobre la personalidad a la cual critica. León Kruk fue el obispo mas grande y querido por toda la Diosecis sanrafaelina, creador del seminario Santa María Madre de Dios en el año 1984 y uno de los padres fundadores del Instituto del Verbo Encarnado en el mismo año, (de hecho, dichas instituciones nacieron juntas el mismo 25 de marzo de 1984)
Es imperioso mencionar además que el seminario Santa María Madre de Dios se caracterizó por ser el seminario con mayor numero de vocaciones de toda Latinoamérica en contraste con los demás seminarios argentinos, de grandes seminarios, pero de pasillos vacíos, de “enormes bibliotecas” pero de escaso contenido, que ya desde sus inicios el seminario de San Rafael y el Instituto del Verbo Encarnado, humildes como nacieron no paraban de recibir vocaciones. En una entrevista de 1987, tres años después de la fundación de ambas instituciones, Mons. León Kruk comentará respecto de la cantidad de aspirantes
“En este momento gracias a Dios, hemos sobrepasado el centenar. Estamos actualmente alrededor de 140 seminaristas, tanto del seminario como los de la Congregación. Se trata de dos centros de formación, aunque para los estudios es una sola formación en la parte doctrinal y dogmática. En lo espiritual, en lo básico también están los de la Congregación que tienen algunas exigencias más particulares”
No existe en la actualidad seminario que pueda hacer alarde de esto.
Me gustaría saber si el autor de este artículo posee fuentes comprobables que sustenten la cantidad inagotable de tonterías que menciona en este post.
Respecto del Instituto del Verbo Encarnado, el mismo lleva adelante una magnífica obra evangelizadora por todo el mundo. Incluyendo países como Papúa, Chipre, Tanzania, Israel, Turquía, China etc.
El autor comete una falacia ad hominem al desacreditar a los sacerdotes y a la Congregación Religiosa al difamar a quienes pertenecen a ella y los trata de “secta católica”, y que aleja a los estudiantes de sus familias. Hay que explicarle al escritor de esta bazofia de escrito que dichas órdenes están aprobadas por la IGLESIA CATÓLICA y el Papa, es decir que no son sectas y sobre todo que los estudiantes están en contacto permanente con sus familias.
Por último, me permito destacar un punto, tristemente este tipo de progresismo barato ataca a las vocaciones sacerdotales y las tildan de sectas dado que en definitiva tienen cientos de vocaciones. El descredito de todo aquello que no se acerque a la celebración eucarística basado en la celebración con música festiva y la guitarra, aplaudiendo como si se tratara de un espectáculo, alejando al fiel del centro de la misa que es Cristo.
Resulta irónico y risible que el autor mencione como argumento una carta que los obispos argentinos realizan hacia el Papa, lo mismo sucedió con estos príncipes de Cristo al memento de la fundación de dichos seminarios, donde muchos obispos de Argentina se dividieron y prácticamente dejaron solo a León Kruk, en claro mensaje de repudio hacia su postura de mantener firme la tradición y ser fiel al magisterio de la Iglesia.
De hecho, uno de los principales ataques sufridos por Monseñor León Kruk fue su rechazo a la mentada Teología de la Liberación, esto queda perfectamente expresado en el memorándum enviado a S.S Juan Pablo II:
“Porque tenemos nuestras prevenciones y no aceptamos la "teología de la liberación", y porque en Roma (en varias Universidades Pontificias y en el Centro Académico de la Sta. Croce) hay 4 sacerdotes preparándose para profesores y otros 4 ya obtuvieron su Licenciatura "Summa cum laude" y actualmente ejercen la docencia en el Seminario.”
Otro de los puntos a destacar es el error garrafal que el autor comete desde el punto de vista geográfico al escribir incorrectamente el nombre del distrito “El Nihuil” (en el artículo se escribió Nihuel)
Y como "broche de oro" coronando la ignorancia y error histórico, el Sr Alfredo comete otra equivocación ineludible y esta es el confundir al Seminario Diocesano con el Instituto del Verbo Encarnado, cuando el mismo escribe que este último "fue cerrado por el Papa Francisco hace dos años"
Me permito recordarle al autor que el Seminario cerrado en el año 2022 fue el Seminario Diocesano Santa María Madre de Dios por el emerito obispo Eduardo M. Taussig. Cabe destacar además que nunca se evidenció ninguna orden de cierre decretada ni formada directamente por el Papa Francisco.
Al parecer el señor Sittella tiene una grave confusión conceptual e histórica.
Conclusión
Hemos desarrollado en el presente escrito un brevísimo recorrido histórico de la fundación del Seminario Diocesano Santa María Madre de Dios y el Instituto del Verbo Encarnado.
Desmentimos en consecuencia los errores doctrinales, teológicos e históricos que el Sr. Aalfredo Silletta comete al momento de escribir su artículo. Utilizamos para ellos fuentes documentales serias, oficiales e históricas, cosa que no realiza este autor. En síntesis, el artículo no posee pruebas documentadas sobre las acusaciones realizadas y está enmarcado en el descrédito continuo a todo aquello que vaya en contra de la New Age y el tercermundismo
No vale la pena tomar con seriedad un artículo escrito sin el menor rigor científico, académico ni objetivo
Bibliografía
D´ONOFRIO S. (2024) Historia Eclesiástica de la Diocesis de San Rafael. Tomo I Monseñor Kruk. Un León en Cuyo. Cruz del Sur Ediciones. Mendoza Argentina
KRUK L. (1991) Discurso pronunciado en la ordenación de los primeros sacerdotes del Seminario Santa María Madre de Dios. San Rafael.
P. VAZCONÉZ J. Soy sacerdote, amo mi sotana y estas son las razones por las que la uso a diario. 4 de febrero de 2020. Recuperado el 15 de julio de 2021 https://catholic-link.com/mi-sotana/
P. BUELA Carlos. La Sotana. 5 de diciembre de 2015. Recuperado el miércoles 21 de julio de 2021 http://www.padrebuela.org/la-sotana/
Real Academia Española. (s.f.). Sotana. En Diccionario de la lengua española. Recuperado el 10 de julio de 2021http://etimologias.dechile.net/?sotana#:~:text=SOTANA%20y%20S%C3%93TANO,pusiese%20un%20abrigo%20por%20encima.
S.S. JUAN PABLO II, Carta al Cardenal Vicario de Roma 8 septiembre 1982: «L’Osservatore Romano», 18-19 de octubre 1982. Recuperado el 12 de julio de 2021 desde https://www.infocatolica.com/?t=opinion&cod=1203
[1]Real Academia Española. (s.f.). Sotana. En Diccionario de la lengua española. Recuperado el 10 de julio de 2021http://etimologias.dechile.net/?sotana#:~:text=SOTANA%20y%20S%C3%93TANO,pusiese%20un%20abrigo%20por%20encima.
[2] P. VAZCONÉZ J. Soy sacerdote, amo mi sotana y estas son las razones por las que la uso a diario. 4 de febrero de 2020. Recuperado el 15 de julio de 2021 https://catholic-link.com/mi-sotana/
[3] P. BUELA Carlos. La Sotana. 5 de diciembre de 2015. Recuperado el miércoles 21 de julio de 2021 http://www.padrebuela.org/la-sotana/
[4]KRUK L. (1991) Discurso pronunciado en la ordenación de los primeros sacerdotes del Seminario Santa María Madre de Dios. San Rafael.
[5]S.S. JUAN PABLO II, Carta al Cardenal Vicario de Roma 8 septiembre 1982: «L’Osservatore Romano», 18-19 de octubre 1982. Recuperado el 12 de julio de 2021 desde https://www.infocatolica.com/?t=opinion&cod=1203
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