Por: Lic. Sergio
D´Onofrio
Introducción
Al
momento de indagar sobre ciencias como la sociología y la relación entre el
estado moderno y la sociedad civil moderna, es imperativo realizar una
introducción desde el análisis crítico de la sociabilidad humana,
característica principal del desarrollo de la personalidad del sujeto.
Aristóteles define al Hombre como “un ser social por naturaleza” pues el
desenvolvimiento del Hombre en la sociedad es un acto que el mismo lleva
impreso en su naturaleza, ya el Hombre está hecho para convivir con los demás y
de esta convivencia depende su existencia, su desarrollo y perfección.
Partiendo
de la premisa anterior, podemos observar que desde su nacimiento el ser humano
necesita del otro para sobrevivir, su existencia es producto de una unión entre
dos personas (padre y madre) y serán estos quienes lo alimenten, eduquen y
guíen. En base a esto podemos inferir entonces que la
familia es, ante todo, una realidad humana con serias implicaciones éticas para
el desarrollo del sujeto y para la consecución del bien común de la sociedad.
Ahora
bien, reiteramos en esta introducción la importancia de comprender la dimensión
social del Hombre como algo que esta intrínsicamente unido a su naturaleza y en
consecuencia, obliga a este a forjar lazos que lo llevan a conformar una
sociedad en búsqueda de alcanzar el bien común.
En
el presente trabajo realizaremos un análisis de las diferentes nociones del
estado moderno y la sociedad civil moderna, para ello observaremos los
postulados de diversos autores, comparándolos entre sí, partiendo siempre desde
la sociabilidad humana como parte fundamental de la naturaleza del Hombre.
Desarrollo
La
sociología como ciencia nace de la mano de Augusto Comte quien propone el
nombre de "sociología" con el objetivo de
describir su concepto de una nueva ciencia que descubriría unas leyes para la
sociedad del mismo modo en se habían descubierto tantas otras para la
naturaleza, aplicando los mismos métodos de investigación que las ciencias
físicas. La sociología de Comte responde a los lineamientos del positivismo
cuyo análisis se concentra en lo real, cuantificable.
“La sociología debe, según Comte, intentar captar la
realidad social en su condición interna, lo que solo sería posible de alcanzar
a través de un acercamiento a la realidad empírica. Sobre la base de un deseado
traspaso de las formas investigativas de las ciencias naturales y de una
correspondiente renuncia a la aspiración de asir lo absoluto, la sociología
positiva de Comte limita sus esfuerzos al campo de la observación de lo real, que se erige como “fundamento del conocimiento como
tal”. A partir de ello, el espíritu positivista se levanta con plena fuerza.”[1]
La
sociología como ciencia intenta entonces brindar un conocimiento científico en
base al comportamiento humano y como este se desarrolla, creando instituciones
con el fin de garantizar el funcionamiento de la sociedad como tal. Es aquí
donde se desarrolla la idea de la existencia del estado y la sociedad civil, dado
que, en torno al nacimiento de la teoría social
moderna, llamada sociología por Auguste Comte, se dan una serie de condiciones
que posibilitarán su surgimiento como disciplina autónoma. El más relevante de
ellos es el de la separación entre el estado y la sociedad civil a través del
ciclo de la revolución burguesa (1688, 1776 y 1789). (BONETTI J. 2023)
Intentaremos
a continuación brindar un breve pantallazo sobre las diversas nociones de
estado y sociedad civil de diferentes autores con posiciones incluso
antagónicas entre sí, pero que nos permitirán conocer la complejidad de la
realidad social actual.
La
noción de Estado y Sociedad Civil según Sacheri
El
catedrático y filósofo argentino Carlos Alberto Sacheri (1933-1974) es quizás
uno de los mas grandes exponentes de la filosofía tomista de los últimos años. Dentro
de sus obras encontramos dos escritos “El Orden Natural” (1972) y “El Orden
Social y la Esperanza Cristiana” (se publica posterior a su muerte y la ultima
edición data del año 2014) Este último libro se compone de diferentes escritos
donde el autor realiza un completo análisis de la sociedad y el estado centrado
en Magisterio de la Iglesia donde se manifiesta la primacía de la escolástica
tomista.
En
sus escritos Sacheri analiza las bases sociedad en teniendo en cuenta los
lineamientos del Orden Social postulado por Santo Tomás. Se entiende como
sociedad a un conjunto de familias que se relacionan entre sí y trabajan en pos
de la consecución del bien común. Será los principios del Orden social los que
permitan al ser humano desenvolverse y perfeccionarse en la sociedad civil, a
su vez dicho orden debe tener como fundamento principal al Orden Natural, el
cual rige todas las cosas.
Los
principios del Orden Social son:
“El
bien común político: La doctrina tomista del bien
común de la sociedad política constituye la clave de todo el pensamiento
político del Santo; todos los demás conceptos serán elaborados en función de
aquél. Decimos que un bien es común o particular según que sea participable por
muchos o por uno solo […] Lo distinguimos del bien común de la sociedad
política o bien común inmanente o temporal, que incluye en sí todos aquellos
elementos o bienes que, por naturaleza, son participables a todos los miembros
del cuerpo social: la unidad, la verdad, el orden, la justicia, la seguridad y
la paz.
Solidaridad:
La solidaridad humana tiene una triple raíz. En
primer lugar, todos los hombres somos solidarios en virtud de poseer una misma
naturaleza, naturaleza que incluye, según vimos, la tendencia a la vida social
como a un medio indispensable para la perfección personal; en consecuencia, el
hombre es solidario para con su “alter ego”, su otro sí o prójimo. Pero esta
comunidad de naturaleza se funda, a su vez, en una comunidad de origen, ya que
todos los hombres somos creaturas de un mismo Dios el cual en su plan
providencial nos vincula unos a otros. Por último, todos los hombres
compartimos un mismo destino común, ya que hemos sido creados para participar
de la visión divina por toda la eternidad, y en esta perspectiva todos debemos
ayudarnos los unos a los otros.
Subsidiariedad:
Su origen deriva de “subsidium”, en latín, ayuda. La idea central de este
principio radica en que debe dejarse a los particulares y a los grupos que
integran la sociedad política la plenitud de iniciativa, de creatividad, de
responsabilidad, que ellos puedan asumir eficazmente por sí mismos.
Complementariamente, la acción de las asociaciones más poderosas y del mismo
Estado consiste en suplir lo que los miembros menos dotados no pueden realizar.”[2]
Una
vez descritos los fundamentos del orden social y la noción de la misma, Sacheri
nos manifestará la noción de Estado y misión como agente, centinela garante del
acceso a los cuerpos intermedios que permiten a los integrantes de sociedad
civil desarrollarse y alcanzar el bien común.
“El
Estado, no puede causar en los ciudadanos la virtud, tanto moral como
intelectual, debiendo contentarse con crear las condiciones exteriores
necesarias para favorecer el ejercicio de las mismas. […] Toda la actividad del
Estado pertenece a la “vida activa” en la expresión de Aristóteles. Es una
actividad prudencial que se orienta a la puesta en ejecución del orden legal,
mediante el cual el Estado coordina las acciones individuales para procurar el
bienestar de todo el cuerpo social.”[3]
Vemos
en este punto una marcada posición frente al estado moderno, donde el mismo
interviene de forma directa en las diversas instituciones a fin de mantener un
control efectivo sobre la población, como es el caso de la educación, en contra
posición a lo planteado por Sacheri quien sigue a Santo Tomás. En síntesis,
podemos observar en Sacheri la postura de un escenario ideal, donde la sociedad
civil debe conducirse en pos de la consecución del bien común político y
relacionarse con un Estado, que lejos de intervenir en ambientes que no le
competen (como es en materia de educación, por ejemplo) debe, sin embargo,
garantizar los medios de acceso a los cuerpos intermedios para que el Hombre
pueda perfeccionarse dentro de la sociedad civil.
La
noción de Estado y Sociedad Civil según Hobbes
Al
momento de analizar la noción de estado y sociedad civil según Hobbes, es
preciso destacar la realidad social, política y cultural de su tiempo. Thomas Hobbes fue un teórico del Estado y su postura
filosófica se sustenta en la doctrina materialista del siglo XVII. El periodo de vida de
Hobbes está marcado por la guerra civil de su país Inglaterra, el estado de
desequilibrio social, político y económico del país afectó al filosofo ingles
incluso en su psiquis.
Su escrito más famoso es
“Leviatán”, aquí Hobbes plantea la necesidad de la existencia de un estado fuerte
y de carácter autoritario, es imperioso para Hobbes que el gobernante rija a
fin de controlar a la comunidad, la cual se encuentra en estado de guerra permanente,
producto de su sentido de supervivencia que lo obliga a permanecer en un estado
de alerta constante, desconfiando del Hombre, de aquí su famosa frase “Homo
homini lupus” haciendo alusión al egoísmo y maldad natural en el Hombre que
es capaz de cometer las peores atrocidades contra su prójimo. Este postulado
esta en una posición totalmente antagónica con lo planteado por Jean-Jacques Rousseau quien sostenía que el
Hombre es bueno por naturaleza y es la sociedad la que lo corrompe. Para
Hobbes, muy por el contrario, la violencia es parte esencial de la naturaleza
del Hombre, y es esta la que lo conduce a luchar irremediablemente con su
semejante y resolver sus conflictos con acciones salvajes.
Entramos aquí en la noción de Estado para el
filósofo Ingles. Hobbes en contraposición con Aristóteles concibe al estado como
un ente artificial, un hombre de características fuertes capaz de regir a la
comunidad salvaje que esta condenada a la perdición a menos que delegue el
poder en el estado.
Hobbes asemeja metafóricamente al Estado con el
Leviatán haciendo alusión a la monstruosa fuerza y poder de esta criatura
mitológica. El Leviatán, el Gobierno, es una figura
terrorífica pero necesaria que, para Hobbes, sirve para hacer que predomine una
cierta paz y orden, necesarias para que la civilización progrese y os
individuos no amenacen ni sufran amenazas o ataques por parte de otros
individuos.[4]
El mismo
Hobbes da una descripción detallada sobre la figura y función del estado dentro
de la comunidad o sociedad civil, dado que naturalmente el “Hombre es el lobo
del Hombre” también le atribuye a su leviatán una figura antropomorfa.
“Leviatán
que llamamos república o Estado (en latín civitas) que no es sino un hombre
artificial, aunque de mayor estatura y robustez que el natural para cuya
protección y defensa fue instituido; y en el cual la soberanía es un alma
artificial que da vida y movimiento al cuerpo entero; los magistrados y otros
funcionarios de la judicatura y ejecución, nexos artificiales; la recompensa y
el castigo (mediante los cuales cada nexo y cada miembro vinculado a la sede de
la soberanía es inducido a ejecutar su deber) son los nervios que hacen lo
mismo en el cuerpo natural; la riqueza y la abundancia de todos los miembros
particulares constituyen su potencia; la salus populi (la salvación del pueblo)
son sus negocios; los consejeros, que informan sobre cuantas cosas precisa
conocer, son la memoria; la equidad y las leyes, una razón y una voluntad
artificiales; la concordia, es la salud; la sedición, la enfermedad; la guerra
civil, la muerte.”[5]
En definitiva, Hobbes
entiende que el estado es un ser artificial, con un poder ilimitado, el cual le
fue conferido por la comunidad para regir con autoridad suprema y cuya decisión
es irrevocable, esto permite a la sociedad civil salvaje poder vivir en armonía
con sus semejantes. Ahora bien, para terminar de comprender completamente la
noción y función del estado debemos tratar un ultimo punto del pensamiento del
filosofo ingles y que se asemeja mucho a lo postulado por Rousseau en cuanto a
la voluntad general que el pueblo delega en el estado, no obstante, son
totalmente antagónicos respecto de la naturaleza humana. Estamos hablando
particularmente del denominado “Contrato Social”
El Contrato Social de
Hobbes
Siguiendo con la base
inicial de la naturaleza salvaje y violenta del Hombre, Hobbes postula que fue
preciso que los humanos renuncien a su libertad y deleguen el poder en la
figura del Estado, siendo este el único capaz de garantizar la paz por medio de
la fuerza. Este contrato en palabras de Hobbes es “la
mutua transferencia de derechos” (HOBBES
1651) Es
por ello que esa transferencia de derechos se hace de manera consiente y en
vistas del pasado, presente y futuro. Y es este pacto el que obliga en
conciencia al Hombre a reconocer lo pactado y cumplir con sus obligaciones.
“Son
signos expresos las palabras enunciadas con la inteligencia de lo que
significan. Tales palabras son o bien de tiempo presente o pasado, como yo doy,
yo otorgo, yo he dado, yo he otorgado, yo quiero que esto sea tuyo; o de
carácter futuro, como yo daré, yo otorgaré: estas palabras de carácter futuro
entrañan una PROMESA. […] Los signos de contrato son palabras de pasado,
presente y futuro. En los contratos transfiérese el derecho no sólo cuando las
palabras son de tiempo presente o pasado, sino cuando pertenecen al futuro, porque
todo contrato es mutua traslación o cambio de derecho.”[6]
El contrato social
propuesto entonces por Hobbes responde a una necesidad del orden dentro de la
sociedad de hombres y para ello, es preciso que estos otorguen sus derechos y
libertad al estado para que rija. El estado debe por su parte garantizar el
respeto por las libertades y derechos de los sujetos por medio de las leyes y
el poder, por su parte el Hombre debe someterse a la autoridad de éste. En cambio,
el estado, el
soberano no tiene obligación alguna para con los súbditos, esto es debido a que
los súbditos aceptan todas las decisiones emanadas del poder soberano
(recordemos que estos delegan todas sus libertades en la persona del soberano),
en cambio la única misión y obligación del soberano se concentra en proteger la
vida de los súbditos, garantizando así la paz.
La
noción de Estado y Sociedad Civil según Rousseau
Nos concentramos ahora en la figura de Jean-Jacques
Rousseau, el pensamiento político del filósofo francés contrasta directamente
con los postulados de los anteriores pensadores. En primera instancia, Rousseau
plantea que existe en el Hombre una bondad natural y que el mismo se corrompe
producto de la maldad que rige en la sociedad. Con esta premisa niega
directamente la existencia del pecado original y la inclinación natural del
Hombre hacia el pecado, hacia el mal. La postura de la bondad natural del
Hombre y la sociedad perversa que corrompe al ser humano según Rousseau, es
quizás uno de los ataques mas feroces al orden natural y al catolicismo.
Si se entiende a la sociedad civil como un ente puramente
perverso el Hombre queda desligado de toda responsabilidad y culpa, en definitiva,
Rousseau presenta una humanidad inocente y pasiva frente a una sociedad
corrompida.
El postulado roussoniano está muy presente en los diversos
ámbitos académicos y sociales, específicamente en la educación, donde se ve al
alumno como un ser inocente y que la culpa de su conducta recae permanentemente
en el otro, como así también en el profesor recae el papel del tirano que al
igual que sucede en la sociedad, es él quien perjudica el crecimiento
intelectual y profesional del alumno. Recordemos que en el Emilio Rousseau ya lanza
El Contrato Social de
Rousseau
El contrato social de Rousseau no difiere mucho del
presentado por Hobbes en cuanto a que el Hombre delega su voluntad a la
voluntad general, para Rousseau la voluntad general será siempre la voz de
autoridad frente al pensamiento individual, relativizando la rectitud de la
verdad, dado que si la verdad solo esta en el ser colectivo, entonces la verdad
es meramente subjetiva.
Según Rousseau la voluntad particular sometida a la voluntad
general es la clave para terminar con la corrupción del Hombre histórico, puesto
que, dada la bondad natural del ser humano, podría esta crear una sociedad de
igualdad y que toda decisión emanada de ella es beneficioso para todos.
“Se
sigue de todo lo que precede que la voluntad general es siempre recta y tiende
a la utilidad pública; pero no que las deliberaciones del pueblo ofrezcan
siempre la misma rectitud. Se quiere siempre el bien propio; pero no siempre se
le conoce. Nunca se corrompe al pueblo; pero frecuentemente se le engaña, y
solamente entonces es cuando parece querer lo malo.”[7]
Sera
lo cuantitativo lo que para Rousseau prevenga la desigualdad, dado que según
criterio la sociedad parcial no puede designar ni generar equidad. Aquí se da
una diferencia marcada con el contrato social de Hobbes, puesto que en Rousseau
no se delega el poder a un tercero sino a los iguales, buscando así formar al
Hombre civil que se deriva del Hombre Histórico corrompido y el Estado a
diferencia del Leviatán de Hobbes será en este caso el medio en el cual el
pueblo expresará su voluntad y lo sancionará por medio de las leyes.
“Si
existen sociedades parciales, es preciso multiplicar el número de ellas y prevenir
la desigualdad, como hicieron Solón, Numa y Servio. Estas precauciones son las
únicas buenas para que la voluntad general se manifieste siempre y para que el
pueblo no se equivoque nunca.”[8]
Rousseau politiza en
definitiva a la sociedad civil dado que coloca como fuente del poder político
recaen en el pueblo, girando permanentemente en el circulo inmanente del origen
del poder, diluyendo las realidades de causa eficiente principal que es la
autoridad política y la causa eficiente secundaria que es la sociedad civil,
convirtiéndolo en una sola cosa.
La
noción de Estado y Sociedad Civil según Locke
El
pensamiento político y social de Locke será la base del pensamiento liberal, para
este pensador ingles la característica principal del Hombre es la libertad, por
lo tanto el mismo no puede ser sometido a la autoridad política y civil sin su
pleno consentimiento, es por ello que al momento de que dar forma al estado y
brindarle su autoridad, se requiere de un contrato donde todos y cada uno de
los integrantes de la sociedad acuerden en convivir entre sí.
“Al
ser los hombres, como ya se ha dicho, todos libres por naturaleza, iguales e
independientes, ninguno puede ser sacado de esa condición y puesto bajo el
poder político de otro sin su propio consentimiento. El único modo en el que
alguien se priva de así mismo de su libertad natural y se somete a las ataduras
de la sociedad civil, es mediante el acuerdo con otros hombres, según el cual
todos se unen formando una comunidad, a fin de convivir los unos con los otros
de una manera confortable, segura y pacífica, disfrutando sin riesgo de sus propiedades
respectivas y mejor protegidos frente a quienes no forman parte de esa
comunidad. […] Así cuando un grupo de hombres ha consentido formar una
comunidad o gobierno, quedan con ello incorporados en un cuerpo político en el
que la mayoría tiene derecho de actuar y decidir en nombre de todos.”[9]
El Hombre según Locke debe
regirse por la ley natural que regula el estado natural de libertad con el cual
ha nacido, esta no es otra que la ley moral, descubierta por la razón humana como
reflejo de Dios. La ley moral se impone a los Hombres en ausencia de todo
estado y legislación. Será esta ley moral la que lo conduce a proclamar los
derechos fundamentales del individuo según el liberalismo, los cuales son:
Ø
Derecho a la propia conservación, aquí entra el derecho a la
defensa de la propia vida
Ø
Libertad
Ø
Propiedad Privada
Queda un punto a analizar, Locke plantea que
el Hombre merma su libertad dado que, si bien es poseedor efectivo de sus
derechos, este se encuentra en un estado de incertidumbre y la amenaza de ser
invadidos por otros, debido a que cada uno es dueño de si mismo y de sus
posesiones, pero agrega Locke que el Hombre al no actuar siempre con forme a la
ley moral, el mismo siente inseguro su dominio sobre sus posesiones, es ahí
cuando entra en juego la renuncia a ciertos beneficios en pos de conservar sus
bienes.
“Esa renuncia es hecha
por cada uno con la exclusiva intención de preservarse a sí mismo y preservar
su libertad y su propiedad de una manera mejor, ya que no puede suponerse que
creatura racional alguna cambie su situación con el deseo de ir a peor”[10]
En definitiva, el
modelo de sociedad civil y estado en el pensamiento de Locke se concentra en la
búsqueda de la preservación de la integridad, valores y propiedad individual de
la persona. Es decir, el liberalismo filosófico, no hay una búsqueda del bien común,
sino por el contrario, gira en torno siempre al bien particular y el estado es
meramente un administrador de las garantías de dicha libertad.
Conclusión
A lo largo y ancho de
este escrito hemos desarrollado brevemente las diversas concepciones de estado
y sociedad civil moderna por parte de los diferentes autores. A su vez esta
contrastación nos permite observar las características principales de la
sociedad actual y a su vez pudimos constatar el modelo ideal de sociedad y
estado representado en la filosofía aristotélico-tomista que nos presenta
Sacheri. Lo ideal, lo universal mirado desde la luz del Magisterio de la
Iglesia será siempre el faro que marque el camino a seguir, lo demás son
simples concepciones que intentaron dar autores de una época específica, que no
obstante han perdurado en el tiempo constituyéndose en la base de la sociedad
actual y el estado moderno.
Home, Locke, Rousseau parten
de posturas meramente teóricas, muchas de ellas sin un fundamento histórico como
es el caso especifico de Rousseau con su postulado de la bondad natural del
Hombre, atacando incluso con esto a la realidad teológica del ser humano y las
verdades de fe de la Iglesia Católica.
Se observa, además,
dentro de los postulados de los últimos tres autores una injerencia del estado
directamente en la sociedad, mesclando las funciones específicas de cada
ámbito. El estado es la causa eficiente principal que mueve a la sociedad civil
que es a su vez causa eficiente de la sociedad de modo secundario, en pos de la
consecución del bien común, tal como lo plantea la filosofía tomista postulada
por Sacheri.
Pudimos constatar
además la necesidad natural del Hombre de vivir en sociedad bajo una autoridad,
sea cual sea el tipo de gobierno, dado que no puede existir una sociedad sin
una autoridad que la dirija. Tenemos
entonces aquí dos actividades bien separadas el Estado dirige y la Sociedad
obedece.
La solución está en
definitiva según el Magisterio de la Iglesia, en no politizar la sociedad civil
y tampoco permitir que el Estado quite a la sociedad civil los poderes o
facultades naturales que le pertenecen. No se puede a la sociedad como una
realidad diferente a la autoridad pues la autoridad tiene injerencia en la
sociedad por medio del Orden Social por
medo de las leyes y la sociedad civil con su vida propia se ordena dentro de
ese orden establecido del estado.
El error de Comte
radica entonces en haber separado a la sociedad como una realidad absoluta, sin
tener en cuenta la naturaleza misma del Hombre, y su concepción de autoridad como
una sustancia separada del Hombre y del estado.
Bibliografía
BONETTI
J. (2023) Origen y evolución de la sociología del conocimiento. UCALP. Facultad
de Humanidades. La Plata. Argentina
HAYKAL
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[1]ALVEAR R (2017) La sociología clásica y el destierro del ser humano. Universidad
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[2]SACHERI C. (2014) El Orden Social
y la Esperanza Cristiana. Ed. Vórtice. Bs As Argentina. pp 41-44
[3]SACHERI C. (2014) p 110
[4]HAYKAL I. (2017)
¿Qué es el Leviatán de Thomas Hobbes? Recuperado el lunes 14 de agosto de 2023
desde https://psicologiaymente.com/psicologia/leviatan
[5]HOOBES
T. (1651) Leviatán. p 2. Recuperado el domingo 13 de agosto desde file:///C:/Users/maria/OneDrive/Documentos/PILI/UCALP/SOCIOLOG%C3%8DA%20DE%20LA%20EDUCACI%C3%93N/MODULO%20I/leviathan.pdf
[6]HOOBES T. (1651) Leviatán. p 105.
Recuperado el domingo 13 de agosto desde file:///C:/Users/maria/OneDrive/Documentos/PILI/UCALP/SOCIOLOG%C3%8DA%20DE%20LA%20EDUCACI%C3%93N/MODULO%20I/leviathan.pdf
[7]ROUSSEAU J. (2017) El Contrato
Social. “Colección Clásicos Universales de Formación Política Ciudadana” Partido
de la Revolución Democrática. Ciudad de México. p 21
[8]ROUSSEAU J. (2017) p 22
[9]LOCKE J. (1690) Segundo Tratado sobre
el gobierno civil. Un ensayo acerca del verdadero origen, alcance y fin del
gobierno civil. Salus Populi Suprema Lex Esto. p 24 Recuperado el lunes 14 de agosto
de 2023 desde http://cinehistoria.com/locke_segundo_tratado_sobre_el_gobierno_civil.pdf
[10]LOCKE J. (1690) Segundo Tratado
sobre el gobierno civil. Un ensayo acerca del verdadero origen, alcance y fin
del gobierno civil. Salus Populi Suprema Lex Esto. p 33 Recuperado el lunes 14 de agosto de 2023
desde http://cinehistoria.com/locke_segundo_tratado_sobre_el_gobierno_civil.pdf
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