Por: Lic. Sergio D´Onofrio
Dos
de los principales artífices de la política moderna son Nicolás Maquiavelo y
Francis Bacón, quienes en conjunto con otros pensadores del siglo XVI, serán los que sentarán las bases del pensamiento político contemporáneo. En el
siguiente escrito expondremos la preocupación teórico-política de
ambos teóricos, lo cual nos permitirá observar un gran contraste entre uno y
otro.
Quizás todos recordemos
a Maquiavelo por su obra “El Príncipe”, obra publicada en 1531 donde sostiene
que la finalidad de todo político es la conservación del poder, incluso si esto
compromete su moral, pues para Maquiavelo la política no posee moral alguna, lo
que posteriormente será retomado un masón despiadado como Sarmiento cuando establece
que “El Estado no tiene alma”
Para
lograr la continuidad en el poder, Maquiavelo establece como punto fundamental
el dominio de la población, y aquí entra en juego el ítem central de la
preocupación teórico-política, la historia como factor de dominación de las masas o
también expresado como dominio del Hombre.
“El Estado es la
expresión suprema de la ambición de dominio, por eso el plano político es
histórico por naturaleza. Los cambios históricos son procesos de transformación
del régimen político-jurídico del Estado.”[1]
La historia en el plano teórico-político
de Maquiavelo se manifiesta como artífice de la memoria de los hechos políticos,
a su vez, está muy ligada a la conducta humana pues esta presente en su misma
naturaleza; siguiendo esta lógica, para Maquiavelo la naturaleza humana es “el
motor que pone en marcha a los cambios históricos.”[2] La historia se convierte
entonces en un elemento fundamental de control.
“Maquiavelo presenta la historia
como un arma fundamental para el político, no hay mejor forma de dominar a los
hombres que conocerlos. El saber es poder, conociendo las leyes por las que se
rige la naturaleza podrás controlarla, y el hombre, como parte de la naturaleza
que es, debe ser estudiado para poder dominarlo, y ese conocimiento es la
historia.”[3]
Queda de manifiesto la utilidad de que
Maquiavelo le da a la historia como instrumento político, con esto se comprende
perfectamente la política actual, donde deformando constantemente el pasado de
un pueblo se destruye la identidad misma de éste, haciéndolos más fácilmente controlables.
En cuanto a Francis Bacón vemos un
cambio notable con respecto a la preocupación teórico-política, mientras Maquiavelo
ve en la historia un arma para controlar las voluntades y el destino de un
pueblo, Bacón ve la misión de “recordar el pasado y en ningún caso predecir
el futuro. La Historia se debe centrar en los hechos mismos y dejar de lado el
plan divino que Francis Bacon también es deudor del pensamiento enérgico, al
concebir la ciencia como poder”[4]
A su vez, el pensador ingles concentra su preocupación mas en la obtención del
conocimiento humano, para ello expone a las tres principales ciencias como “reinos”
que requieren de tres facultades cognitivas, las tres ciencias y sus
respectivas facultades son:
·
“Poesía: presidida por la
imaginación.
·
Historia:
presidida por la memoria.
·
Filosofía:
presidida por el entendimiento.”[5]
Realizando
un paralelismo entre ambos pensadores, podemos observar una clara diferencia en
cuanto a la visión del poder, mientras que Maquiavelo detenta la utilización de
la historia como arma para controlar y modificar la voluntad y sumisión de un
pueblo, en Bacón observamos una mirada más pragmática, centrando su preocupación
teórico-política en la obtención del conocimiento humano como factor de poder,
pero bajo la lupa del dominador y dominado, sino bajo la mirada de control sobre
uno mismo y la ignorancia.
Bibliografía
MODULO II Los tiempos
de la modernidad. Universidad Católica de La Plata. Año 2021.
[1]MODULO II Los tiempos de la
modernidad. Universidad Católica de La Plata. Año 2021. Pág 5
[2]MODULO II Los tiempos de la
modernidad. Universidad Católica de La Plata. Año 2021. Pág 5
[3]Ibidem. Opc. Cit. Pág 7
[4]MODULO II Los tiempos de la
modernidad. Universidad Católica de La Plata. Año 2021. Pág 10
[5]Ibidem.
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