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El Cruce De Los Andes, Un Plan Histórico y una Meta Lograda (Por la alumna Jorge Ruth Yamila)

 


Introducción:              

 

    Con mi trabajo de investigación Intentare  destacar el gran sacrificio que tuvieron que hacer y pasar, desde nuestro prócer como así también cada persona, soldado que acompaño esta gran lucha. Y lo que fue el cruce de los andes, reconocimiento de una gran y tediosa batalla por la independencia de Chile- Argentina, mostrando la valentía, esperanza y amor por la patria.

    Mostrar o refutar si abuzaba de los derechos de sus combatientes, como así también si fue una persona de malas intenciones.

    Dar a conocer los pasos, caminos que usaron, que hoy se llaman o se conocen como las  seis rutas Sanmartinianas. También contar como fue pensado el plan que fundamento Nuestro prócer y señor General José Francisco de San Martin. Y qué objetivo tenía pensado lograr con el mismo, mostrar si lo consigue o no.

    Trabajar también en parte, desde las corrientes historiográficas desde el positivismo,  como así también desde la Historia Oficial, porque estas corrientes dan a comprender la promoción de avances sobre el ser humano, como así también resaltar a los héroes nacionales, dándose a conocer como seres o vidas ejemplares.

    Demostrar a través de una persona los valores, sacrificios, amor y pasión por un objetivo, que no paro un segundo hasta conseguirlo su objetivo, tanto personal como colectivo.

 


Capítulo I: Vida y Recursos.

    José Francisco de San Martin y Matorras Nació en Yapeyú el 25 de febrero de 1778, fue un militar cuyas campañas fueron decisivas para la independencia de Argentina, Chile y Perú. Era el menor de cinco hermanos; María Elena, Manuel Tadeo, Juan Fermín y justo Rufino. Hijos de Juan de San Martin, teniente gobernador del departamento, sirvió como militar a la corona española y en 1774 fue nombrado gobernador de Yapeyú e hijos de la señora Gregoria Matorras del Ser.

    Con 34 años, en 1812, tras haber alcanzado el grado de teniente coronel, y luego de una escala en Londres, retornó a Buenos Aires, donde se puso al servicio de la independencia de las Provincias Unidas del Río de la Plata. ​Se le encomendó la creación del Regimiento de Granaderos a Caballo (que hoy lleva su nombre), que tuvo su bautismo de fuego en el combate de San Lorenzo.

 

    Más tarde se le encargó la jefatura del Ejército del Norte, en reemplazo del general Manuel Belgrano. Allí concibió su plan continental, comprendiendo que el triunfo patriota en la guerra de la independencia hispanoamericana solo se lograría con la eliminación de todos los núcleos realistas que eran los centros de poder leales a mantener el sistema colonial en América.

 

    Ya en 1814 había decidido cruzar los Andes, porque entendía que no era posible declarar la independencia en Argentina si la libertad no se convertía en un objetivo continental. Mientras los realistas tuvieran asentamientos militares en América latina, la amenaza seguiría vigente.

    San Martín llegó a Mendoza el 7 de septiembre de 1814. Llega a Cuyo ya con la idea de organizar un disciplinado ejército, tarea a la que se abocó durante los años 1815 y 1816. Fue allí, en tierras mendocinas armó el Ejército de los Andes, que fue una de las dos grandes formaciones militares que las Provincias Unidas del Río de la Plata desplegaron en la Guerra de Independencia Hispanoamericana.

    “El cruce de los andes, hecho planificado, organizado y realizado por el General Don José Francisco de San Martin en 1817 fue sin duda una de las mayores proezas militares de la historia ya que significo el enfrentar enormes dificultades tácticas, climáticas que pusieron a prueba la resistencia, el valor, coraje y la perseverancia de nuestro gran General y su ejército”. [1]

    Los primeros días de octubre de ese año, se produjo en Chile la Batalla de Rancagua, en la cual las fuerzas patriotas chilenas fueron derrotadas, y parte de sus restos cruzaron la cordillera en dirección a Mendoza, quedando Chile nuevamente en manos de realistas. Ante esta situación, San Martín recibió e incorporó a su ejército a todo aquel que se quería sumar y colaborar, ya que se buscaba la liberación de la patria en chile.

 

    Dejar en claro que la preparación del ejercito de nuestro General San Martin llevo más de dos años.  A su vez, también tuvo que comprar todos aquellos esclavos y prisioneros negros que en aquel entonces situaban en San Juan, San Luis y Mendoza, sumando 233 soldados a su ejército en total.

    A cambio le prometía a cada persona prisionera de su libertad, que terminada la batalla serian libres.

    También a su ejército sumo gauchos y baqueanos ya que ellos tenían claros los pasos o caminos que eran convenientes para avanzar con el objetivo.

    Ya nombrado gobernador de Cuyo con sede en la ciudad de Mendoza, puso en marcha su proyecto: Como primer objetivo debía de rebuscar todos los recursos necesarios. Tales como recaudar fondos, abastecerse de ropa, abrigos, alimentos  y armas.

    Debido a que el gobierno central no siempre ayudo o respondió a las diferentes necesidades que se presentaban, se vieron comprometidos a tener que generar sus propios y autoabastecerse con los mismos. Provocando así grandes cambios  en la Ciudad de Mendoza. Debido a que tuvieron que trabajar aún más, para generar aquellos recursos propios que necesitaban.

    La guerra significó sacrificios y cambios, como en la vida cotidiana de la ciudad de Mendoza que pasó a ser una “ciudad cuartel” donde surgieron fábricas, talleres, almacenes, la maestranza a cargo del Fray Luis Beltrán, la fábrica de pólvora José Álvarez Condarco y los talleres de artillería y armas dirigidos por Pedro Regalado de la Plaza, la veterinaria. Se incorporaron otros espacios productivos con chacras, agricultura, ganadería y minería.

    Otros recursos, como las armas fueron provistos por el gobierno de Buenos Aires que canalizó los patrimonios de todas las Provincias Unidas.

 

    A continuación podemos conocer una carta del señor Pueyrredón dirigida al señor San Martin, con recursos que le enviaba.

Carta de Pueyrredón a San Martín

 

"2 noviembre de 1816

 
    A más de las cuatrocientas frazadas remitidas de Córdoba, van ahora quinientos ponchos, únicos que he podido encontrar; están con repetición libradas órdenes a Córdoba para que se compren las que faltan al completo, librando su costo contra estas Cajas. Está dada la orden más terminante al gobernador intendente para que haga regresar todos los arreos de mulas de esa ciudad y de la de San Juan; cuidaré su cumplimiento. Está dada la orden para que se remitan a Vd. mil arrobas de charqui que me pide para mediados de diciembre: se hará. Van oficios de reconocimiento a los cabildos de esa y demás ciudades de Cuyo. Van los despachos de los oficiales. Van todos los vestuarios pedidos y muchas más camisas. Si por casualidad faltasen de Córdoba en remitir las frazadas toque Vd. el arbitrio de un donativo de frazadas, ponchos o mantas viejas de ese vecindario y el de San Juan; no hay casa que no pueda desprenderse sin perjuicio de una manta vieja; es menester pordiosear cuando no hay otro remedio.

Van cuatrocientos recados.

Van hoy por el correo en un cajoncito los dos únicos clarines que se han encontrado.

En enero de este año se remitieron a Vd. 1.389 arrobas de charqui.

Van los doscientos sables de repuesto que me pidió.

Van doscientas tiendas de campaña o pabellones, y no hay más.

Va el mundo. Va el demonio. Va la carne.

Y no sé yo cómo me irá con las trampas en que quedo para pagarlo todo, a bien que en quebrando, cancelo cuentas con todos y me voy yo también para que Vd. me dé algo del charqui que le mando; y ¡carajo! no me vuelva a pedir más, si no quiere recibir la noticia de que he amanecido ahorcado en un tirante de la fortaleza.

Adiós, memorias a esas damas. Siempre será Usted íntimo.

                                                                                  Juan   Martín de Pueyrredón.

 

 Así damos a conocer todo los recursos con los que contaron para partir viaje:

 


 

    Pero los recursos no eran solo el problema sino también, las diferentes  temperaturas y las alturas a las que debían de enfrentarse, debían de saber los riesgos que corrían ya que se exponían a alturas muy elevadas y temperaturas muy frías.

    “En los caminos solo se podía transitar en fila india, con las piedras de un lado y el precipicio del otro. No era seguro transitar n i en caballos mansos, y las mulas cargadas a menudo caían cuando las maletas que cargaban golpeaban contra la roca, empujándolas al precipicio. […] Las sendas por demás estrechas e impensables para la circulación de cualquier tipo de carros o carretas. En el caso que se transportara mercadería iban agrupadas en arrias de varios animales a cargo de un peón o tropero. […] La cordillera de los andes, es sin lugar a dudas uno de los lugares más inhóspitos que existen sobre la tierra, donde el hombre no ha podido modificar el entorno natural, con sus construcciones modernas”.  [2]

Capítulo II Estrategias y Rutas.

    Luego de haber analizado, y reclutado todo lo que necesitaba para la gran batalla y evaluado  todo lo que fuera obstáculo. Decide emprender el viaje, un  viaje que fue pensado y analizado previamente con un plan que consistía en dividir las tropas en seis columnas. De esta manera obligaban al gobernador de chile a dividir su ejército en cuatro destacamentos secundarios, facilitando así la invasión del territorio chileno por sus propias tropas.

    El general San Martín tenía como estrategia engañar al enemigo, estrategia a la que llamo “Guerra de Zapa” tenía como propósito desequilibrar y alertar al gobernador de chile, Casimiro Marcó del Pont.

    Entre 1815 y 1817, un patriota chileno Manuel Rodríguez que estaba a favor de la Argentina, provoco diferentes rumores, con el fin de lograr la insurrección y la desarticulación del Ejército Real, seduciendo las tropas realistas, promoviendo su deserción infundiendo temor a los soldados y lograr así el apoyo de chilenos para la causa. Siempre a favor del suelo argentino

    Pero el plan de nuestro prócer debía de avanzar perfectamente y si bien avanzarían divididos, la marcha se realizaría de forma escalonada, pero cada general a cargo de cada grupo debía de ser responsables con el tiempo exacto que se ponía en juego. Debían de estar todos en el punto de encuentro el 12 de febrero. La razón que motivó la elección de esta fecha para la partida fue porque es el único período del año en el que la cordillera está habilitada, dado que el resto del tiempo está intransitable por la nieve.

    Podemos ver una carta que Nuestro general, le escribe a su amigo Tomás Guido, 14 de junio de 1816.

 “ Lo que no me deja dormir es, no la oposición que puedan hacerme los enemigos, sino el atravesar inmensos montes"[3]

    Esto fue pensado porque el paso cordillerano no se encontraba todo el tiempo abierto y esto se veía estropeado por los grandes fríos que hacían y provocaban grandes alturas de nieves sobre las altas montañas tapando los escasos caminos.

    San Martín ordenó primero el avance de las cuatro columnas secundarias por los Pasos de Come-Caballos, Guana, Portillo y Planchón, mientras las dos columnas principales iban a cruzar por los Pasos de Uspallata y Los Patos, dos vías abruptas que aseguraban el factor sorpresa. El cruce duró 21 días, utilizándose baqueanos. Se atravesaron alturas superiores a los 4.000 msnm.

    El ejército se dividió en varias columnas. Las principales que eran el grueso del ejército avanzaron    hacia Santiago por el centro y estaban al mando, una a cargo de San Martín y la otra a cargo de Las Heras. Las columnas secundarias se dividieron dos por el flanco norte y las otras dos por el flanco sur (Parte lateral de una cosa, en especial de una embarcación o de una formación de tropa). Corresponden a la Columna de Cabot que salió de San Juan el 12 de enero de 1817. La Columna de Freire que partió el 14 de enero de 1817 por el paso del Planchón. La Columna de Zelada partió de Guandacol el 15 de enero de 1817 para pasar por el paso Come-caballos y finalmente la Columna de Lemos que el 19 de enero de 1817 partió por el sur de la provincia de Mendoza.


    Las dos columnas del norte debían ocupar las ciudades de La Serena y Copiapó, impidiendo que las fuerzas realistas se desplacen hacia Santiago. Mientras que las columnas del sur debían hacer creer que eran las principales y confundir a las fuerzas realistas. Con este mismo objetivo San Martín incentivó la guerrilla.

 
    Mapa de las seis columnas del Ejército de San Martín en el cruce de los Andes:

 

    Uspallata: Jefe a cargo de esta tropa, era el Coronel Juan Gregorio de las Heras. El objetivo de tomar este camino tenía que ver con obrar en combinación con la vanguardia del grueso del ejército para atacar el Valle de Aconcagua. Partiendo el 18 de enero de 1817 salió el coronen Las Heras. Saliendo el 19 de enero al frente de la maestranza y el parque el capitán Fray Luis Beltrán.

    Su tropa consistía con el batallón nº 11 integrado por 35 personas entre jefes y oficiales y 683 hombres de tropa. 30 granaderos a caballos y 20 artilleros.

    El portillo: capitán de la caballería José León Lemos. El objetivo de tomar esta ruta era distraer  la atención de las fuerzas de los enemigos, reconcentradas al hacerles creer que por ese paso seguían otras fuerzas enemigas.  Contaba con 25 blandengues, más tarde se reforzó con 30 milicianos.

    El Planchón: El jefe de la expedición fue el teniente coronel Ramón Freire. Su objetivo consistía en operar en la ruta del planchón, tomar Talca y Curicó y sublevar el sur de chile. Partiendo el 14 de enero de 1817 desde el Plumerillo. Contaba con 80 efectivos infantes de os batallones nº7,8, 11 y 25 granaderos del regimiento de granaderos a caballos.

    Come-caballos: Jefe a cargo de la tropa fue el teniente coronel Francisco Zelada, con el objetivo de invadir chile por la ruta de Come-Caballos. Posesionarse de las villas del Huasco y Copiapó y así provocar un movimiento favorable a la revolución. Contaba con 50 infantes. Siendo reforzado por 80 hombres reclutado en la rioja, al mando del capitán Nicolás Dávila.

    Los Patos: Numerosas divisiones del ejército, partieron hacia chile, durante una semana seguida desde el 19 al 25 de enero para poder actuar junto a la división de Las Heras Jefe a cargo de esta tropa fue nuestro general José de San Martín. Con un objetivo en fin que era atacar el Valle de Aconcagua.

    Guana: El jefe de la expedición era el Coronel Juan Manuel Cabot. Los objetivos de viajar por esta ruta era seguir el camino de Pismanta, operar en la provincia de Coquimbo, tomar la misma y la serena y así provocar el movimiento favorable a la revolución. La fecha que prendió viaje fue el 9 de enero de 1817. Contaba con 3 oficiales, 60 hombres: un oficial y 20 hombres del batallón Nº8: 1 oficial y 20 hombres del batallón Nº 1 y 1 oficial y 20 soldados del regimiento de Granaderos a Caballos.

 

Capítulo III: Objetivo Logrado.

    “La alimentación y la vestimenta fueron centrales para mantener fuertes y abrigados a los soldados. Por las noches, se armaban campamentos a la intemperie, en donde los hombres dormían apelotonados para darse calor. La comida, además de pasas de uvas, patay, membrillo y las 450 vacas que fueron faenando en grandes asados que se hacían en algunos puntos específicos de la marcha, incluyó muchas provisiones de charqui. El charqui es carne cocida con sal al sol, que tiene un gusto un poco más fuerte que cuando está fresca, y se hidrata para preparar guisos y sopas.”[1]

    Al ser dividido el ejército se pudo contar con dos conformaciones de columnas, las principales o centrales, y las secundarias, esta última consistía en distraer y confundir al enemigo por los caminos más “fácil” de transitar.

     Mientras que las columnas principales y acá participaba nuestro Prócer, EL General San Martin, avanzarían por los caminos más altos y así llegar a tierras enemigas, y sorprenderlos sin tanto personal para dar frente a la batalla. Iniciando su partida el 17 de enero de 1817. Por los pasos de Los Patos y Uspallata.

    Con este párrafo damos a conocer la valentía, esfuerzo, y sacrifico del señor San Martin ya que su ruta que debía de afrontar presentaba muchas dificultades, debían de escalar cuatro cordilleras de San Juan, cruzó el alto cordón del Espinacito (5.000 m) y la cadena limítrofe por el Paso de las Llaretas. El grueso del ejército que conformaba este destacamento se componía de una vanguardia y una retaguardia que avanzaban a prudente distancia una de otra. Esta columna se conformaba con las fuerzas del brigadier mayor Estanislao Soler, las del brigadier Bernardo O’Higgins, la escolta de granaderos al mando de Teniente Coronel Mariano Necochea y las del propio General San Martín, que venía uno o dos días más atrás.

    Mientras que la segunda columna principal, la conformaban 800 hombres, al mando del Brigadier Juan Gregorio de Las Heras, avanzando por el Paso de Uspallata y el valle del Río Mendoza.

    Además de afrontar las grandes dificultades der los caminos, también tuvieron que enfrentarse una que otra lucha por los caminos, pero esto no fue excusa para rendirse.

    Casi sin tiempo logran entrar por el centro, y reunirse las dos columnas principales, para avanzar y dar pelea al ejército Realista y no perder la sorpresa. La cual se había pensado y organizado con mucho tiempo y cuidado

    Su plan consistía en realizar un ataque envolvente sobre la posición del enemigo, quedando absolutamente rodeados y vulnerables desde todos sus francos. De esta manera, se desarrolló la Batalla de Chacabuco el 12 de febrero de 1817. El brigadier chileno Bernardo O’Higgins atacaría con sus tropas por el frente para aferrar al enemigo y el brigadier Miguel Estanislao Soler, por el Oeste y la retaguardia. Una vez iniciada la batalla, San Martín tomó la decisión de cargar de frente ayudando a O’Higgins.

    La carga del Gran General junto a sus granaderos cambiaría la suerte de la batalla, obteniendo el triunfo sobre el ejército realista. Con esa victoria del Ejercito de los Andes se comenzaban a cumplir los objetivos planteados por San Martín: el resquebrajamiento del poder español en el continente sudamericano.

 

Conclusión:

En fin durante todo el desarrollo di a conocer la gran persona que fue, es y seguirá siendo nuestro señor General José Francisco de San Martin porque por siempre se mantendrá presenta en cada memoria de cada argentino orgullos por su patria.

Reconocer que fue un gran sacrifico todo lo que hizo tanto él, cómo su gente, dejar su familia, sus legados, sus pertenencia por ir a lucha por una independencia por igual para todos. Sin importar o pensar que de allí también podrían volver sin vida. Pero aquello no fue escusa ni tampoco se volvió una piedra en el camino. Con toda valentía, fuerza, compromiso, responsabilidad y amor fueron a luchar por la Patria.

Nuestro Prócer fue una persona de bien que si bien compro algunas personas para que asistiera a luchar junto a él. Les prometió su liberación o su libertad, dándoles la oportunidad de dejar de ser esclavos o prisioneros por diferentes discriminaciones, a él no le importó si sus soldados eran blancos, mestizos o negros todos eran iguales, y tratados de la misma manera, con respeto.

Sin duda no me equivoque de haber escogido aquellas dos corrientes historiográficas para centrarme en este trabajo ya que, como mencione anteriormente el positivismo es una muestra de avance sobre la persona, y San Martin fue un claro ejemplo de todo esto, porque con la independencia de chile fue un logro que genero e inspiro a ir por más.

 También la historia oficial, hoy día se lo sigue reconociendo como un gran prócer, una persona que realmente dejo su vida por el suelo Argentino, porque si bien en mi trabajo no lo mencione, José de San Martin se encontraba con muchas enfermedades en su cuerpo pero nada lo detuvo y nada lo derroto.

Todo esto me deja a mí como enseñanza  y espero que otros jóvenes también, que con esfuerzo y sacrificio podremos alcanzar todas las metas que nos propongamos, que con la ayuda de Dios todo es posible, y confiar en él así como lo hacia nuestro Gran General San Martin. Sin dejar que las adversidades que se presenten nos tiren abajo. Siempre hacia adelante, siendo buena persona.

 


Bibliografías consultadas:

 

·         Bicentenario del Cruce de los Andes – Mendoza Gobierno: http://www.mendoza.edu.ar/el-cruce-de-los-andes-plan-de-desarrollo-estrategico-y-ordenamiento-territorial/

·         D’Onofrio, Sergio, El cruce de los andes a través de las pinturas de Fidel Roig Matons, Ed. Academia Española, 2019.

· 

      FRIAS Darío. El Cruce de los Andes. San Rafael: Tesis inédita,  2016.

·          http://elportaldemendoza.com/blog/el-cruce-de-los-andes-un-poco-de-historia/

·         http://elportaldemendoza.com/blog/el-cruce-de-los-andes-un-poco-de-historia/

·         http://elportaldemendoza.com/blog/el-cruce-de-los-andes-un-poco-de-historia/

·          http://horanosaurus.blogspot.com/2017/01/san-martin-y-el-bicentenario-de-la.html

·          http://www.laizquierdadiario.com/El-Cruce-de-los-Andes-a-200-anos-de-la-mayor-hazana-militar-argentina

·          https://www.cultura.gob.ar/un-dia-como-hoy-hace-203-anos-se-iniciaba-el-cruce-de-los-andes-8672/#:~:text=la%20campa%C3%B1a%20libertadora.-,El%20Cruce%20de%20los%20Andes,y%20el%20sur%20de%20Mendoza.

·         https://www.cultura.gob.ar/un-dia-como-hoy-hace-203-anos-se-iniciaba-el-cruce-de-los-andes-8672/#:~:text=la%20campa%C3%B1a%20libertadora.-,El%20Cruce%20de%20los%20Andes,y%20el%20sur%20de%20Mendoza.

·          https://www.elhistoriador.com.ar/preguntas-el-cruce-de-los-andes/


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