Por: Lic. Sergio D´Onofrio
Análisis del Documento de Puebla
El Sínodo de Puebla. se celebró la Tercera Conferencia General del Episcopado de América Latina el 27 de enero al 12 de febrero de 1979. Fue inaugurada por San Juan Pablo II. El encuentro trató temas como la vivencia de los derechos humanos, los problemas sociales, económicos y políticos, así como la realidad de un continente demográficamente muy joven.
Cuando S.S San Juan Pablo II hace referencia a los rasgos distintivos de las personas del continente, afirma: “El hombre latinoamericano posee una tendencia innata para acoger a las personas; para compartir lo que tiene, para la caridad fraterna y el desprendimiento, particularmente entre los pobres; para sentir con el otro la desgracia en las necesidades”[1].
El episcopado en Puebla por su parte conoce perfectamente la situación de la población de Latinoamérica y es consciente de que dicha comunidad americana es fundamentalmente joven y que hay procesos sociales que van marcando cambios: “Ha tomado mayor conciencia de su dignidad, de su deseo de participación política y social, a pesar de que tales derechos en muchas partes están conculcados. Han proliferado las organizaciones comunitarias, como movimientos cooperativistas, etc., sobre todo en sectores populares”[2].
El Documento de Puebla describe con claridad quiénes son los pobres: “Rostros de niños, golpeados por la pobreza desde antes de nacer, por obstaculizar sus posibilidades de realizarse a causa de deficiencias mentales y corporales irreparables; los niños vagos y muchas veces explotados de nuestras ciudades, fruto de la pobreza y desorganización moral familiar”[3]
Puebla continúa enumerando detalladamente los rostros campesinos, de obreros, de desempleados y subempleados, de marginados y de ancianos. “Compartimos con nuestro pueblo otras angustias que brotan de la falta de respeto a su dignidad como ser humano, imagen y semejanza del Creador y a sus derechos inalienables como hijos de Dios”[4].
Las dimensiones fundamentales de la existencia humana
La critica fundamental realizada en el Documento de Puebla es una llamada de atención hacia los efectos nocivos y perjudiciales del consumismo neoliberal que estaba aflorando en contra partida a otra fuente de crítica que es puesta en cuestionamiento por S.S. San Juan Pablo II que es el comunismo. Ambos modelos económicos pretenden la esclavización del ser humano en todos los ámbitos de su vida. Por un lado, el comunismo que no permite la realización y desenvolvimiento del ser humano coartando su libertad y sumergiéndolo en la decadencia total de pobreza bajo una falsa mirada de igualdad y colaboración para con los que menos tienen. En contra partida y no menos dañina se establece el capitalismo basado en esta filosofía neoliberal emergente donde bajo una pantalla de “respeto fundamental por la libertad” postulando la libre realización del hombre bajo su propio esfuerzo pero al igual que el modelo anterior termina finalmente esclavizando al ser humano, ya no físicamente y utilizando la fuerza como el caso del comunismo sino que lo realiza por medio del consumismo, generando en el pensamiento la necesidad insaciable de obtener beneficio y objetos para satisfacerse. La realización del ser humano para estos últimos es simple y llanamente la estabilidad económica y para lograrlo debe pasar por encima de su prójimo.
El líder guerrillero Fidel Castro dice que “el capitalismo enfrenta al hombre contra su prójimo y que este se convierte en el lobo del hombre”, lógicamente que en la mentalidad del nefasto e hipócrita líder socialista esto justificaba la muerte, degradación y humillación del ser humano mientras él y su secuaz Ernesto Che Guevara se llenaban los bolsillos.
Estos dos modelos que se enfrentaron durante la Guerra Fría entre los años 1945 y 1989 pusieron al mundo en una disyuntiva donde finalmente su libertad se vería totalmente delimitada y coartada o por el miedo impuesto como medio de control por el comunismo o también por el consumismos y búsqueda efímera del placer que ofrecía el capitalismo.
Es común en nuestros días ver en los noticieros mostrando los efectos devastadores producidos por el socialismo pero de igual manera se observa de trasfondo la degradación de la dignidad humana producida por el capitalismo y su liberalismo económico como la pobreza y la esclavitud mental donde se somete al ser humano a permanecer frente a una pantalla de televisión consumiendo todo lo que se le ofrece convirtiéndolo en un simple engranaje más de la maquinaría, un borrego que es llevado de aquí para allá a gusto y placer de sus amos.
La crítica que se realiza en el documento de Puebla es también acerca de la visión determinista que establecen estos dos modelos donde se establece el destino del hombre bajo la simple visión economicista, material y una libertad meramente externa separándolo de su fin último que es dar culto y alabanza a Dios.
Solución presentada la Iglesia
La Iglesia de Dios constantemente hace referencia a volver la mirada a lo realmente esencial de la vida que es el reconocernos criaturas y nuestra existencia radica en ser el producto del amor infinito de Dios quien nos hizo a su imagen y semejanza.
El ser humano debe recordar que es un simple peregrino que esta de paso por esta tierra y su fin último es avanzar hacia el encuentro con nuestro Padre celestial. Es menester recordar que los bienes materiales no son malos en si mismos pero tengamos en cuenta las palabras de San Ignacio de Loyola cuando establece que: “Guardaos de toda codicia. Ante los bienes materiales, ni desprecio, ni apego, sino el “tanto cuanto”[5]. Esto nos lleva a reflexionar sobre como ordenamos nuestras prioridades y afectos, a su vez nos invita a decidir de bajo cual bandera deseamos combatir.
Bibliografía
Documento Puebla. Tercera Conferencia General del Episcopado de América Latina. Año 1979
Puebla, 40 años después: https://www.vaticannews.va/es/iglesia/news/2019-10/puebla-40-anos-despues.html [23 de mayo 2020]
La reflexión acerca del hombre –Semana 4 mod II. Universidad Católica de La Plata.
[1] Documento de Puebla. Tercera Conferencia General del Episcopado de América Latina. Año 1979. Pág 17
[2] Documento de Puebla. Tercera Conferencia General del Episcopado de América Latina. Año 1979. Pág 18
[3] Ibidem, Opc. Cit. Pág 32
[4] Ibidem Pág 40
[5] San Ignacio de Loyola. Los Ejercicios Espirituales. 2016
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