Por: Lic. Sergio D´Onofrio
La Cristiandad, época mayormente conocida bajo el peyórico calificativo de Edad Media, fué un tiempo de esplendor donde en toda la sociedad primaban los principios cristianos.
Con frecuencia a muchos en nuestra adolescencia se nos presentó el típico, viejo y repetitivo cuento que se enseña en las escuelas y en los libros de tendencia anti católica y liberal donde se acusa a la iglesia presentándola como un verdugo perseguidor de las libertades del hombre. A su vez pone el foco en la "opresión del pueblo campesino en manos del rey y de los señores feudales". Esta versión chabacana de la historia tiene sus orígenes en el período denominado Renacimiento durante los siglos XV y XVI.
Los llamados "filósofos" de la edad moderna se obstinaron en mostrar a la Cristiandad como una época oscura, carente de razón y por ende, gobernada por la superstición de un pueblo ignorante esclavizados por la Iglesia Católica.
Como dijimos anteriormente, la Cristiandad esta muy lejos de esta versión maliciosa promulgada como verdad indiscutible. León XIII nos comenta acerca de este período:
“Hubo un tiempo en que la filosofía del Evangelio gobernaba los Estados. Entonces aquella energía propia de la sabiduría cristiana, aquella su divina virtud, había compenetrado las leyes, las instituciones, las costumbres de los pueblos, impregnando todas las clases y relaciones de la sociedad; la religión fundada por Jesucristo, colocada firmemente sobre el grado de honor y de altura que le corresponde, florecía en todas partes secundada por el agrado y adhesión de los príncipes y por la tutelar y legítima deferencia de los magistrados; y el sacerdocio y el imperio, concordes entre sí, departían con toda felicidad en amigable consorcio de voluntades e intereses. Organizada de este modo la sociedad civil, produjo bienes superiores a toda esperanza. Todavía subsiste la memoria de ellos y quedará consignada en un sinnúmero de monumentos históricos, ilustres e indelebles, que ninguna corruptora habilidad de los adversarios podrá nunca desvirtuar ni oscurecer”.
Teniendo en cuenta las palabras del Sumo Pontífice llamamos Cristiandad al conjunto de pueblos que fundan sus leyes e instituciones políticas, sociales, culturales y morales en los principios cristianos.
La estructura social
La sociedad cristiana estaba conformada por órdenes sociales, jerárquicos y complementarios los
cuales eran basados en el orden natural de las cosas los oratores, los belatores y los labradores.
⦁ Los oradores estaban ubicados a la cabeza de esta sociedad. Eran los eclesiásticos, es decir los sacerdotes, obispos y monjes. La tarea de este estrato era rezar por la salvación del resto de la población.
⦁ Los belatores eran el estrato intermedio de la sociedad y tenían por misión divina defender a toda la población.
⦁ Los laboratores, eran el grupo más bajo de la sociedad, y la función que Dios les había otorgado era la de trabajar para mantener al resto de la sociedad
Estos ordenes estaban íntimamente ligados entre si, ya que la Iglesia (Poder espiritual) tenía a su cargo la salvación de las almas, controlaba permanentemente al rey y a los señores feudales para que no abusasen de su poder y cumplieran con sus obligaciones para con los campesinos y siervos que Dios les había encomendado.
No es verdad tampoco que no existiese "movilidad social" todo lo contrario, un señor feudal, incluso el mismo rey (Primus inter paris) podía perder su cargo si no cumplía con su función de protección y guía del pueblo.
Con frecuencia se habla de "la opresión del pueblo campesino por parte de los gobernantes feudales". Si bien es cierto que históricamente siempre ha existido el exceso y abuso de poder, no es cierto que la época de la Cristiandad eso halla sido moneda corriente. Calderón Bouchet en su obra "Apogeo de la Ciudad Cristiana" nos comenta acerca de la función del Gobernante medieval.
"El gobernante medieval es servidor de la ley, pero no su autor. El señor gobierna a sus súbditos de acuerdo con usos y costumbres ancestrales. Su misión consiste en respetar esas leyes. Los actos legislativos no son imposiciones de la voluntad señorial, sino disposiciones tendientes a favorecer el ejercicio de los usos consuetudinarios".
A diferencia de los siervos, el campesino no estaba atado a la tierra, podía trasladarse a otro feudo como en el caso de contraer matrimonio con una campesina de otro feudo. Por lo general el señor feudal dejaba que se fueran de buena fe, existían otros casos en el cual les cobraba un pequeño impuesto.
Simbolismo
La época de la Cristiandad estaba cargada de simbolismo, esto a sido un punto muy atacado durante el Renacimiento y hasta nuestros días. Acusados desde oscurantismo hasta brujería, todo a sido totalmente exagerado e incluso inventados Echemos una mirada a algunos de estos simbolismos:
El juramento entre Señor y Campesino.
Dicho juramento consistía en que el campesino de rodillas ante quien será su señor, promete fidelidad. Por su parte el rey o el señor feudal toma entre sus manos las del vasallo en señal de protección y le pregunta:
Señor Feudal :- ¿Queréis ser mi hombre?
Campesino:- Quiero
Señor Feudal :- Te recibo como mi hombre
Campesino:- Juro seros fiel
Una vez terminada la ceremonia se le entrega al campesino la parcela de tierra la cual deberá trabajar o el mismo pone a disposición de su señor la parcela que le pertenecía.
Se tenía muy presente que éste y todo acuerdo se hacía prestando juramento, dando su palabra ante Dios y todo aquel que no cumpliere con lo prometido era acusado de Felón lo cual era considerado como un hecho degradante e infame.
El Derecho de Pernada:
Vamos a detenernos esta vez en uno de los aspectos más peculiares de aquella difamación. ¿En qué consistió realmente el jus primae noctis, aquel "derecho de pernada" que todavía hoy muchísima gente está convencida de que se practicaba en la Europa "cristiana"? Con ayuda tal vez de los manuales mal leídos en clase, se cree que consistía en el privilegio del feudatario de "iniciar" la misma noche de la boda a las jóvenes que contraían matrimonio en los territorios en los que señoreaba. Se supone que los pobres villanos, los míseros siervos de la gleba (ver dossier sobre la Edad Media), habrían tenido que aguantar la suprema humillación de acompañar a su joven esposa al castillo para que probara hasta la mañana siguiente la cama del lúbrico patrón.
No faltan novelas populares – pero también, existen textos de los denominados "históricos" – en las que se hace creer que pretendían hacer uso de este derecho hasta los obispos propietarios de tierras. En cualquier caso, si la "consumación" del matrimonio ajeno la perpetraba un feudatario laico, la Iglesia, que tenía poder de impedir el suplicio, o no se habría opuesto o lo habría tolerado, haciéndose cómplice del mismo.
Todo esto es completamente falso ya que en lo que realmente consistía era en que el Señor feudal colocaba su rodilla en el lecho matrimonial en señal de protección, una vez realizado esto se retiraba a sus aposentos.
Arquitectura
No se puede tachar de ignorante ni retrógrada a una época donde se dio el florecimiento de la filosofía, la Escolástica, las universidades, los primeros hospitales. Basta observar las majestuosas catedrales dotadas de gran belleza y construidas teniendo en cuenta hasta el último detalle, sus vitro donde se relatan historias del evangelio, las terminaciones en oro y demás.
Dudo mucho que al ver esto a alguien se lo ocurra pensar que fue hecho por ignorantes.
La construcción de las iglesias exigió los servicios de maestros constructores profesionales, cuya contratación a lo largo de toda Europa garantizó una homogeneidad internacional de las características básicas.
Las catedrales medievales construidas en estilo gótico típicamente incluyen adornos más decorativos, y avances arquitectónicos que permitían grandes ventanales y techos altos. Las catedrales medievales góticas normalmente también tienen techos muy altos, y normalmente incorporan arcos, bóvedas y pilares. Las catedrales de estilo gótico son típicamente mucho más ricamente decoradas especialmente en el exterior. Gárgolas esculpidas con escenas religiosas, estatuas de figuras religiosas,e incluso pequeñas esculturas humorísticas son frecuentes.
Las principales características de la arquitectura románica en la Edad Media por lo general incluyen, paredes muy gruesas y fuertes de piedra, ventanas pequeñas y grandes pilares destinados a sostener el techo de la catedral. Los arquitectos románicos utilizaban numerosas bóvedas de piedra en la construcción de las catedrales, probablemente debido a que creían que este elemento arquitectónico podría limitar el daño de fuego en caso de incendio.
Las Universidades
Durante la Cristiandad la Universidad comenzó a existir. La universidad, , fue un fenómeno novedoso de la historia europea. Nada parecido había existido en las antiguas Grecia o Roma. La institución que reconocemos hoy, con sus facultades, cursos de estudio, exámenes y grados; la distinción entre alumno y graduado, nos viene directamente del mundo medieval.
La Iglesia empeñó todos sus esfuerzos en promover el sistema universitario. El historiador Lowrie Daly dice que , "era la única institución en Europa que mostró un interés consistente en la preservación y el cultivo del conocimiento".
La educación universitaria era de una calidad enorme donde se enseñaba y tenía características muy particulares:
"Una universidad tenía un corazón de textos obligatorios, con los que los profesores enseñaban y con los que generaban sus propios aportes. Una universidad también estaba caracterizada por los programas bien definidos que duraban una cierta cantidad de años, así como el otorgamiento de grados. Esta concesión de un grado, dado que permitía que quien lo recibiera fuera considerado "maestro" (master), hizo que se admitiera a nuevas personas en el gremio docente. Pese a que las universidades con frecuencia lucharon con autoridades externas en pos de un gobierno propio, por lo general lo lograron. También buscaron y recibieron el reconocimiento legal como una corporación".
Los Papas fomentaron y apoyaron enormemente la creación de las universidades ya sea a través de la concesión de un documento, material bibliográfico, teólogos etc.
Durante el tiempo de la mal llamada Reforma protestante mas de 81 universidades se crearon. . De ellas, 33 tenían un documento papal, 15 un decreto real o imperial, 20 tenían ambos y 13 no tenían ninguno. La condición propuesta era que una universidad no podía conceder grados sin la aprobación del Papa, el rey o el emperador.
Conclución
Es necesario dejar de lado los prejuicios noveleros y sumergirse en el estudio y veracidad de los hechos históricos. Las fuentes están a la vista y la leyenda negra en contra de la época de la Cristiandad, mal llamada Edad Media, cae por su propio peso.
La Cristiandad fue una época de luz, de esplendor de la filosofía, la ciencia, medicina y arquitectura. Una era donde los principios y reglas se regían a la luz de los evangelios y la Iglesia de nuestro Señor Jesucristo permitió, apoyo y controló que se cumpliera bajo su paternal custodia.
Bibliografía
BEDE JARRETT Transcribed by Thomas Crossett Traducido por Miguel A. Casas
BOUCHET Calderón Rubén. Apogeo de la ciudad cristiana. Ed. Dictio. Buenos Aires. Año 1978. pág 181
León XIII, Inmortale Dei, 28: (1885)
WOODS, THOMAS E. JR. La Iglesia Católica y la creación de la Universidad.
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